La inversión inmobiliaria y la compra venta de inmuebles cae con fuerza pero sin embargo los precios se mantienen. ¿Por qué sucede esto cuando en otros países como Reino Unido o Estados Unidos sí están bajando los precios? En España no queremos reconocer que se tiene que producir un ajuste.

Las consecuencias de no querer reducir el precio de los inmuebles para darles salida, es evidente: estancamiento de las operaciones y del dinamismo del sector y con él de la economía. Las reticencias de nuestro país a resistirse a los ajustes en el ladrillo es una constante y eso hace que estemos en unos niveles de inversión similares a los de 2009.
Hay expertos que consideran que la corrección de los precios debe ser de entre el 15% y 20%, es decir que una vivienda de 300.000 euros tiene que bajarse aproximadamente entre 45.000 y 60.000 euros.
El estancamiento de las operaciones inmobiliarias
Según CBRE, la mayor consultora inmobiliaria mundial, se pronostica una caída del mercado con una reducción de las operaciones en un 33%.
La causa está clara: una inflación que ha obligado a los bancos a establecer una política monetaria de subida de intereses que grava las hipotecas y una reducción al mismo tiempo del poder adquisitivo de las familias.
Ningún propietario o inversor quiere que sus inmuebles pierdan valor, por eso la decisión más habitual es la de esperar. Pero cuando nos encontramos en un contexto de subida de tipos como el actual, la urgencia para vender se hace más evidente. El problema está en que no hay tantos dispuestos a comprar ante unas hipotecas que no dejan de subir con el euribor que ya en junio ha escalado hasta el 4%. Por eso el ajuste es una necesidad.
Aceptar una corrección de los precios en viviendas sobrevaloradas nos ayudará a estabilizar el mercado inmobiliario y a fomentar su recuperación. Retrasar esa corrección no evitará que se produzca y además de forma brusca.
Ejemplo de ello es la situación que se está produciendo en Castellón donde el mercado se ha animado ante la rebaja de precios para ajustarse a la demanda real que quiere un precio más barato ante la situación económica actual.
Si a todo ello le sumamos los momentos de incertidumbre actual, con una nueva ley de vivienda que no ha gustado al sector por la intromisión del Gobierno en negocios privados y unas elecciones en ciernes, es lógica esta paralización. No hay certeza para nadie
¿Volverán los precios a ser lo que eran? Los precios del año 2022 se esperan recuperan pasado un ciclo de 5 años, lo que supone que hasta 2026 o 2027 no habrá una revalorización de los mismos.
Cómo rentabilizar las inversiones inmobiliarias
Las condiciones expuestas anteriormente afectan no solo a los compradores sino a los propietarios e inversores profesionales, que ven como obtener financiación les sale cada vez más caro y necesitan asegurar cierta rentabilidad para que les salga a cuenta.
Es en estas circunstancias; en función del estado del inmueble y la oferta de los mismos en la zona puede ser necesario o no llevar a cabo mejoras en el mismo, es lo que se llama house flipping.
En Inmperson lo tenemos claro si tu vivienda necesita de mejoras y está en una zona con mucha oferta de pisos en buen estado no queda otra que hacer una pequeña o gran reforma (en función de cada caso) y no podrás pedir mucho más por la renta. Sin embargo si la oferta existente es de pisos viejos y apenas hay nada reformado, quizá unas mejoras en la vivienda te diferenciarán y hará que el potencial comprador se decante por tu vivienda sin pensárselo dos veces.
Ahora sí, tienes que determinar cuánto gastar en la reforma frente a la rentabilidad que saques de dicha inversión en un espacio corto de tiempo.
Si quieres vender tu piso y todavía no lo has conseguido ponte en contacto con nosotros te ayudaremos con toda la estrategia de ventas.
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